La unica razòn para no pronunciar tu nombre es el miedo a que desaparezcas. Nunca podria perdonarme hacerte daño, sabes? A pesar de tu superioriodad sobre mi, tengo el instinto de preservar tu naturaleza y no sere yo quien te traicione.
Mi nombre no importa esta vez, sòlo el tuyo... sòlo tù importas desde que la oscuridad se vino a nada. Sòlo tu gèlida voz da lugar a mi existencia... y yo, yo soy magia a traves de tus palabras...
1 comentario:
No manches. Al leer esto me convenzo más de lo reducida que se vuelve la mente humana cuando expresa cierta clase de sentimientos. Escribí algo muy parecido hace tiempo pincha aquí para verlo
Y pues sí, me metí a tu blog, ya sabes, es difícil comunicarse con la gente cuando está dormida, dammit.
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